En fechas tan recientes como 1810, un filósofo alemán advirtió acerca de la naturaleza del conocimiento una idea en la introducción a la Fenomenología del Espíritu -su obra clásica de juventud-, que extrañamente no ha sido recuperada por ningún estudiosa de la investigación educativa en particular y de la investigación de las ciencias humanas en particular.
Posiblemente esta es una idea sonsa que no ostenta dignidad para ser recuperada en el siglo XXI. Quizá. La idea es la siguiente.
Entre el conocimiento y el espíritu universal existe una mediación. Esta mediación la realiza el médium, el medio y los sustentos del médium y del medio. Si todo espíritu desea conocer una cosa es factible que todo espíritu proyecte sobre la cosa su configuración, esto es , la cosa es como su médium, hay una identidad entre médium y cosa. En tal cosa, esto no es conocimiento, sino una prolongación del médium en la cosa.
Entre el conocimiento y el espìritu universal existe una mediación. La acción del conocimiento emdiante el concepto es aprehender y comprehender la cosa. Los rasgos de la cosa se convierten en la estructura del conocimiento, y en tal caso el conocimiento se reduce a la cosa, y siendo así, la ciencia no puede reducirse a un conjunto de cosas. De tal manera que el conocimiento no está actuando con sus principios sino con los de la cosa.
Entre el conocimiento y el espíritu universal existe una mediación. El método consiste en ser el lugar de recepcion entre la interacción del espíritu y de la cosa. En el método se especializa la interlocución entre espíritu y cosa. El método está delimitadod e acuerdo a sus funcioens de absorción y reflejo de la cosa y delespíritu. La tensión del método reside en los límites que el espíritu se propone y en tal caso caso el conocimiento queda reducido a esos límites y el método se vuelve un artificio del espíritu; respecto de la cosa sucede lo mismo.
Este es un primer debate relativo a la construcción del objeto de estudio.
jueves, 14 de enero de 2010
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